La verdad es que con la crisis galopante que afecta a medio mundo y a hundido al otro medio, la gente no está por el tema de magnas celebraciones; pero bueno, la hostelería tampoco está para grandes orgías así que de alguna manera debe ofertar el GRAN SALÓN que tiene en su interior y darlo a conocer al transeúnte por aquello de "si está Vd. interesado".
La verdad es que dentro del mundo de las ofertas publicitarias y todo aquello que concierne al pequeño empresario ya las hemos visto de todos colores en este blog, pero se me antoja gracioso que el gran salón de este restaurante se ofrezca además de para bodas, bautizos y comuniones para algo tan singular como un DIVORCIO. Pero no es mala idea, de verdad, es curioso pero no una mala idea. De hecho creo que este hombre sin saberlo abrirá brecha en el mercado de la hostelería.
No es un buen momento económico para el tema de los divorcios, de hecho está comprobado que con la crisis a las parejas mal avenidas les toca aguantarse el uno al otro, pero cuando pasen los negros nubarrones que acechan de momento nuestro infinito sí habrá un montón de ellos, estoy seguro. Y este simpático hostelero ya estará dentro de ese mercado, ¡si es que el tío es un visionario!. ¿Por qué si en Estados Unidos los negros celebran los funerales con música y un buen ágape no podemos nosotros celebrar los divorcios?
