domingo, 24 de enero de 2010

¿PASOTA O AHORRADOR DE LETRAS?


Hay artistas del anuncio farolero que juegan al despiste. Aunque es posible que dichos personajes a los que consideramos artistas de la expresión farolera no sean más que individuos explotados por la mafia anti-copisterías, y sean obligados (rotulador en mano) a escribir cientos de miles de pequeños letreros que copan las farolas y muros de tantas y tantas ciudades del mundo.
Claro, llega un momento que la mano no da más de sí (qué recuerdos aquellos de la infancia en que el profesor nos obligaba a escribir más de 1000 veces cualquier frase del tipo "no pegaré el borrador a la pizarra", o "no pegaré la silla del profesor al suelo"... chiquilladas...).
Ahora pongámonos en situación. Cuando uno lleva 500 carteles como el que ilustra la foto, una de dos, o es que el tío está hasta los huevos de escribir y se come las letras en plan telegrama, o es que realmente estamos ante uno de esos chulitos de barrio que te habla con el culo (que para eso lleva los pantalones enseñando los gallumbos, para que le oigas!) y no entiendes ni la mitad de lo que te está diciendo; y para seguirle la corriente asientes con la cabeza mirando alrededor, por si en ese momento pasa alguien al que puedas aferrarte y decirle "eh tio! qué pasa! y dejar al tonto del barrio con las sílabas en la boca, a medio digerir, porque pa'cagar por la boca, me doy el piro a mi habitac. del alquil en la P. de la Z. Franca. vale neeeeeeeeennn??

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